El secreto para que las sardinas de Mazarrón lleguen con su máximo sabor hasta tu mesa

El sector de la logística tiene el reto de aprender a simplificar procedimientos, optimizar la trazabilidad de los productos y aportar un valor personalizado más allá de la última milla

La última milla, ese concepto que parece sacado del título de una película de moda, no es más que esos últimos metros del recorrido que hace un paquete antes de llegar a manos del destinatario final. Y, cómo no, es uno de los grandes retos para un sector, el logístico, que supone cerca del 6% del PIB nacional. Lo es porque esa entrega final es la que puede decidir que el consumidor tenga una exitosa experiencia de compra o que, por el contrario, ésta sea toda una decepción. 

Pero este objetivo de la industria no debe quedarse aquí. Uno de los desafíos más importantes del sector es aprender a adaptar los procesos e infraestructuras y, sobre todo, aportar valor yendo más allá de la entrega de esta última milla. O lo que es lo mismo, adaptarse para ofrecer un proceso logístico completo. Todas estas mejoras ayudarán a posicionar a España como referente internacional en la materia, liderando transportes y entregas ágiles, digitalizadas y transparentes. 

En la actualidad, Correos ofrece ya este servicio integral para empresas y pymes que necesiten almacenar productos, enviarlos, así como otros servicios extra que hacen que su expertise sea clave en la simplificación de las tareas. La empresa de logística tiene en su portfolio prestaciones como la personalización de pedidos, la gestión de la aduana comercial o soluciones a la inversa que hacen que las devoluciones nunca más vuelva a ser un problema.

Del mar a la mesa con la temperatura perfecta

Hay entregas y entregas. Esto es así. Transportar ciertos envíos es una tarea muy delicada. Las sardinas de Mazarrón son uno de los pescados más famosos de Murcia. Este pescado azul que nada a sus anchas por Cartagena, Mazarrón o Las Águilas no puede llegar de cualquier manera a la mesa del restaurante. Su sabor y su calidad no pueden perderse por la carretera. 

En casos como este, no solo se trata de movilizar una gran caja. Sino de conseguir unas condiciones externas –una temperatura extremadamente concreta- que acompañen a productos frescos como estos pescados desde su recogida hasta su entrega.

Si la cadena del frío se rompe, por ejemplo, no hay vuelta atrás y el daño no se puede revertir. Y pasa lo mismo con las verduras, hortalizas o carnes que no solo van a perder nutrientes, también van a abrir la puerta de entrada a posibles bacterias. O lo que es lo mismo, acabarán oliendo mal e, incluso, provocando una intoxicación al consumirlo. Es decir, proteger y garantizar que durante el transporte la temperatura está controlada en todo momento es indispensable.

Así lo creen desde Correos que, desde 2022, cuentan con la solución Correos Frío, una combinación perfecta de sabiduría y nuevas tecnologías que demuestra que mantener la temperatura ideal es toda una odisea. Gracias al uso de cajas isotermas sensorizadas, Correos monitoriza la temperatura, humedad o posibles impactos desde la recogida del envío hasta su entrega y facilita toda esa información vital a los clientes. Y en tiempo real. 

Estas cajas son auténticas máquinas del futuro. Conexión a Internet, sensores, geolocalización… todo para poder configurarlas y medir en tiempo real aspectos clave para preservar la seguridad alimentaria y la sanitaria. Y si algo caracteriza este futuro con sabor a presente es que será verde o no será. La sostenibilidad también tiene cabida en este pionero proyecto de Correos, ya que todas estas cajas isotermas sensorizadas están diseñadas como paquetes reutilizables. Es decir, se va a reducir la generación de residuos en la meta. 

Para poder dar salida al que es ya el primer servicio logístico nacional que usa este tipo de cajas, la empresa ha transformado su flota. Hoy, ya dispone de 15 vehículos refrigerados y 4 más isotérmicos que pueden llevar el sabor más auténtico de esas sardinas murcianas a todo el país. Este año se espera la llegada de 60 nuevos más de este tipo para que, a final del año, Correos sume cerca de 80 vehículos “especiales para el frío”.

La tecnología IoT, clave en la innovación logística

El secreto para que este servicio sea posible es la tecnología Iot, el popular Internet of Things, que permite adaptar el transporte a las necesidades de cada producto. Algo que cobra especial importancia en los sectores de la alimentación y de la salud. Porque no es lo mismo mantener la temperatura controlada de productos frescos como pescado o frutas que se envían a supermercados, restaurantes y, cada vez más, directamente a los hogares que transportar ingredientes gourmet, e incluso productos farmacéuticos y hospitalarios donde se pone en juego la salud.

Correos dispone de la certificación por parte de AENOR de buenas prácticas de distribución para productos farmacéuticos (GDP) para consumo humano

Gracias al servicio de Correos Frío, las pymes, compañías de mayor envergadura, pero también los particulares que así lo necesiten, pueden conocer en tiempo real dónde se encuentra su producto y, lo más importante, a qué temperatura está. Si hubiera cualquier variación en la cadena del frío, salta la alarma. Y es literal. Los clientes reciben avisos de todos y cada uno de los cambios de temperatura. 

Este servicio, apuesta también por la inmediatez, algo relevante en la sociedad actual. Y se traduce en que, para las empresas del sector ecommerce y gourmet, los tiempos de transporte se acortan. Para ellos, Correos Frío firma entregas urgentes a cualquier lugar de la Península, incluyendo Portugal y Andorra.