Innovación que invita al optimismo: 5 aplicaciones de inteligencia artificial para ayudar al planeta

La irrupción de los últimos avances en materia de inteligencia artificial ha planteado una serie de dilemas éticos y legales más allá de la simple recopilación de datos personales. El futuro nunca ha sido más impredecible

Vivimos tiempos complicados para el medioambiente. Urgen proyectos de innovación que sean aliados en la lucha contra el cambio climático. En este sentido, la inteligencia artificial se revela como una poderosa herramienta para desarrollar soluciones efectivas en diferentes áreas. Innovaciones que muestran que el ser humano también es capaz de lo mejor y que el principal objetivo de la tecnología es hacer de nuestra vida en el planeta, y de las que quedan por llegar, un viaje seguro. 

Y es que algunos de los puntos fuertes de la inteligencia artificial es, precisamente, ayudarnos a tomar las mejores decisiones posibles, por ejemplo optimizando los recursos usados en el área industrial de manera sostenible o ayudando a las empresas en su cadena de producción.

Smart Cities: el laboratorio perfecto

Una ciudad que se considera inteligente es aquella que se nutre de las tecnologías de la comunicación para servir a los ciudadanos un lugar en el que desarrollar su vida lo mejor posible. En estas ciudades, por ejemplo, se llevan a cabo proyectos para emplear energías renovables, fomentar el transporte ecológico, optimizar los recursos de manera eficiente, etc.

En este sentido, Singapur está considerada como la ciudad más inteligente del planeta, gracias a proyectos como la monitorización del consumo de energía, los residuos y el uso  del agua en tiempo real. La recopilación de los datos facilita al Gobierno del país identificar problemas, distribuir mucho mejor los recursos de los que dispone y fomentar una conciencia ecológica entre su población.

Optimización de la cadena de suministro y logística

La inteligencia artificial puede aplicarse, también, para hacer más efectiva la cadena de producción y el departamento de logística de una empresa. De este modo, se usan los recursos de manera mucho más eficiente. Gracias a la IA, por ejemplo, se pueden analizar tendencias de compra y del mercado para prevenir la futura demanda de productos. Así, las empresas pueden gestionar de manera más eficiente su inventario y adaptarlo a las necesidades del mercado.

Asimismo, la IA también puede establecer rutas de transporte adecuadas para el reparto de mercancías, ya que se analiza en vivo parámetros como el tráfico, el tiempo y los horarios más eficientes para la entrega para, de este modo, minimizar las emisiones de carbono y los costes derivados de la actividad.

Smart Grids: redes eléctricas inteligentes

Optimizar la generación y el reparto de la energía es clave para combatir el cambio climático. Y la IA, de nuevo, tiene mucho que decir en este campo. En la actualidad, las redes eléctricas se pueden dotar de contadores de lectura en tiempo real. Con la recopilación y análisis de estos datos se puede mejorar el consumo y la eficiencia de las redes eléctricas para ahorrar energía.

En estas redes, la comunicación entre el usuario y las centrales es permanente y en tiempo real: de este modo, se puede reducir, por ejemplo, la producción de energía cuando haya poca demanda. Las redes eléctricas inteligentes, además, facilitan la integración de fuentes renovables, una respuesta inmediata a fallos en el servicio y la progresiva implementación de vehículos eléctricos.

Agricultura inteligente: mirando al cielo para una mayor efectividad

También conocida como agricultura respecto al clima, la agricultura inteligente utiliza tecnología avanzada para tomar las mejores decisiones en el área de la agricultura según el clima imperante. Por ejemplo, el agricultor puede predecir cambios en la meteorología gracias a sensores inteligentes, emplear drones para crear mapas en tiempo real que le informen acercad del estado de los campos, analizar una ingente cantidad de datos para planificar su actividad de la manera más eficiente posible.

Los macrodatos, por ejemplo, ayudan al agricultor a decidir de manera más rápida que tipo de semilla le conviene a un determinado tipo de suelo. Por ejemplo, la plataforma FBN, fundada en EE. UU. en 2014 (Farmer’s Business Network) recopila datos agrícolas de miles de granjas en todo el mundo, como prácticas de siembra, tratamiento de plagas, rendimiento de los cultivos, etc.

Gestión inteligente de los residuos

Gracias a la recopilación de datos urbanos, la IA puede optimizar las rutas de recolección de basura más eficientes y, de este modo, reducir las emisiones de carbono. El algoritmo de aprendizaje automático también puede identificar y clasificar los diferentes tipos de desechos, aumentando de este modo la eficiencia del reciclaje. Los contenedores de basura pueden contener sensores para detectar cuando están llenos, o si tienen algún tipo de fuga.

La gestión inteligente de los residuos permite a las empresas gestoras una respuesta más temprana y eficaz al problema, minimizando el impacto negativo en el medioambiente. El ciudadano también puede sacar partido de la IA gracias a plataformas interactivas que le ayuden a entender por qué es tan importante la gestión efectiva de los residuos.